CIDH sostiene audiencia sobre la situación de las trabajadoras remuneradas del hogar en la región
“Yo quisiera pedirle a la mesa que hagamos un reconocimiento especial a este trabajo [trabajo del hogar] por la temática que nos coloca a todas las mujeres en el compromiso de alcanzar los derechos plenos” expresó Esmeralda Arosemena en la Audiencia 170 de la Comisión InterAmericana de Derechos Humanos (CIDH).
El Viernes 15 de febrero lideresas de organizaciones sindicales internacionales, regionales, nacionales e incluso locales de trabajadoras asalariadas del hogar, los sindicatos regionales de trabajadoras del hogar, Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH), Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLACTRAHO), Federación Nacional de Trabajadoras Asalariadas del Hogar de Bolivia (FENATRAHOB) y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Asalariados del Hogar de la Región de Lima (SINTRAOL), participaron en una audiencia temática regional ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en Sucre, Bolivia) donde se discutió la situación de los derechos humanos de las personas trabajadoras del hogar en la región.
El propósito estas audiencias es recibir informaciones sobre la situación de derechos humanos respecto a determinadas temáticas o asuntos, en países específicos o en la región, así como emitir recomendaciones para el respeto y goce de los derechos humanos.
En América Latina, hay 19 millones de trabajadoras y trabajadores que desempeñan sus actividades remuneradas en un hogar privado y representan alrededor del 7% de la ocupación urbana regional, de ellos las mujeres representan el 95% de esta fuerza laboral (OIT, 2012).
Las trabajadoras asalariadas del hogar viven en situaciones de múltiple discriminación por su condición de clase, edad, origen étnico, orientación sexual o situación de movilidad. Detrás de esta actividad es frecuente no sólo la afectación de los derechos laborales, sino la violencia de género en todas sus formas, incluyendo la trata de personas y el feminicidio.
Durante esta audiencia se evidenció la violencia contra mujeres y cuerpos feminizados, que se agudiza en las trabajadoras remuneradas del hogar, quienes a pesar de su gran aporte a la economía y a la sociedad, no son reconocidas con derechos y protecciones al igual que otros sectores laborales.
Al no reconocer el aporte de las trabajadoras del hogar a las economías nacionales y ser excluidas de las cuentas públicas, se perpetúa un modelo de explotación sostenido por el trabajo de cuidados precarizado o no remunerado.
Esta audiencia es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre organizaciones como FITH, CONLACTRAHO, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) y CARE. Gracias a ello las y el comisionado presentes, Esmeralda Arosemena de Troitiño, Margarette May Macaulay, Luis Ernesto Vargas Silva, así como la Relatora Especial para los Derechos Económicos Sociales, Culturales y Ambientales (ReDESCA) Soledad García Muñoz y la Secretaria Ejecutiva Adjunta María Claudia Pulido, ante la ausencia de los Estados parte, compartieron la preocupación sobre la situación de desigualdad que enfrentan las trabajadoras del hogar, solicitaron contar con más información, estudios realizados y ejemplos de buenas prácticas para la laboralización de las trabajadoras del hogar a fin de que sean tratadas en condiciones de igualdad como el resto de trabajadoras/es, así mismo mencionaron la necesidad de judicializar y llevar a las cortes (ejemplo Colombia) los casos en donde las leyes no se cumplen. Cuestionaron sobre el grado de cumplimiento del convenio 189 OIT respecto de los países que lo han ratificado a lo que agregaron la necesidad de contar con mecanismos de exigibilidad.
Mencionaron que el tema de derecho al cuidado forma parte de su plan estratégico en donde se busca la latinoamericanización de estándares de derechos laborales en el marco de los DESCA, mismos que tienen un valor justiciable toda vez que son progresivos.
Preocupa a la CIDH lo relativo a la libertad de asociación y sindical que existe en el marco del trabajo no remunerado del hogar, donde las trabajadoras no cuentan con la posibilidad de ser comisionadas a sus sindicatos y enfrentan restricciones de sus empleadores para participar activamente dentro de sus organizaciones.
La Presidenta Esmeralda Arosemena, cerró diciendo que debemos pasar de las buenas prácticas a la satisfacción de los derechos, con lo que pidió un reconocimiento de pie a las líderes presentes que llevaron a la CIDH este importante y necesario tema.
Para ver el video completo de la audiencia puede hacer click aquí